In this post, HBO Point Scholar Daniel Berezowsky discusses the complexities of intersectionality that he has personally had to deal with as a Mexican, gay man living in New York City. Building on his personal experience as a new grad school student, he reflects on how discrimination arises when we fail to understand other human beings as complex, multifaceted individuals.
Daniel goes on to discuss the opportunities that the Hispanic Heritage Month brings to him, and other Latinx individuals living in the United States, to tackle bigotry and build awareness of the contributions of the Hispanic community to our country.
Convertirme nuevamente en estudiante significa, entre otras cosas, que he pasado las últimas semanas en innumerables sesiones de integración. Los típicos – e incómodos - ejercicios en los que un profesor, en busca de romper el hielo, pide que cada persona diga su nombre, un poco de sí mismo y por qué están empezando este programa.
Y yo ¿quién soy? Inevitablemente, el ejercicio invita a la reflexión:
Soy Daniel, hijo, hermano, novio, hombre, homosexual, mexicano, hispano, licenciado, politólogo, cineasta, estudiante de posgrado, creyente, cinéfilo, fotógrafo aficionado, escritor, lector, opinólogo, activista, creyente en los derechos humanos, migrante…
Soy tantas cosas y a la vez, no soy solamente una de ellas. Soy todo o nada. No soy sólo hombre; no soy sólo mexicano; y no soy sólo homosexual. Soy lo que se origina de la intersección entre todas estas características. Lo mismo sucede contigo y con todas las personas: somos, para bien o para mal, la suma de nuestras condiciones.
Es esa interseccionalidad lo que nos enriquece como seres humanos; lo que nos convierte en personajes tridimensionales. Sin embargo, es cierto también que desafortunadamente, nuestras características condicionan las oportunidades que tenemos, la forma en que se nos trata y los estereotipos que nos definen.
Ser gay, por ejemplo, significa todavía en prácticamente todo el mundo, una desventaja. En algunos países más que en otros, pero lo cierto es que la orientación sexual de una persona aún define, en gran medida, el número de oportunidades personales y profesionales que tiene; los obstáculos que se le presentan en la vida diaria –salud, educación, vivienda- y desde luego, la discriminación que debe enfrentar.
A ello, en mi caso, se le agrega el hecho de ser hispano en un país donde somos también una minoría. Una, además, que está rodeada de prejuicios y preconceptos: se cuestiona en muchas ocasiones nuestro estatus migratorio, nuestra capacidad de trabajar e incluso nuestra honestidad e integridad.
De modo que debo ser sincero: no es fácil ser un mexicano gay en Estados Unidos. Es cierto que en una ciudad como Nueva York –donde actualmente habito- existe una importante pluralidad y tendencia a ser más tolerantes que en otras partes del país; aun así, el ambiente al que me enfrento todos los días conlleva una hostilidad que muchas personas no padecen, simplemente por mi origen, por el idioma que hablo y por la persona a la que amo.
Pero también debo admitir que mis retos son mucho menores a los de otras personas, que teniendo características similares a las mías, se enfrentan a contextos aún más adversos.
HBO Point Scholar Daniel at #Path2Equality held at UN Headquarters in New York
Por eso, cuando hablamos de políticas públicas para hacerle frente a la discriminación; o de esfuerzos internacionales –a través de acuerdos, tratados o proyectos de cooperación- es importante comprender la multidimensionalidad de este factor.
Todo programa o acción que ignore esta compleja realidad, está destinado al fracaso.
Estar aquí, sin embargo, es para mí una gran oportunidad. Desde luego, a nivel personal, para seguir preparándome en una de las mejores universidades del mundo. Pero también, la oportunidad de sensibilizar a quienes me rodean. Cada vez que participo en una clase; cada vez que hablo con una persona y desde luego, cada vez que tengo la oportunidad de ser parte de un proyecto profesional o de voluntariado, sé que en mí está cambiar esos preconceptos que se nos asignan a las y los hispanos. Yo soy –a final de cuentas- lo que mis acciones y mis valores personales destruyen en los prejuicios de los demás y construyen en el imaginario colectivo de la sociedad en la que vivo.
Particularmente de cara a los discursos políticos que actualmente existen en Estados Unidos, es para mí un orgullo ser quien soy, y demostrar a diario, con mi congruencia, que los juicios de valor simplistas que se utilizan como eslogan en una campaña, no son sino palabras vacías, ignorancia y pragmatismo.
En éste, el Mes de la Herencia Hispana, las y los que tenemos raíces al sur del Río Grande, tenemos la gran oportunidad de demostrar lo mucho que contribuimos todos los días a este país y a nuestras comunidades en el exterior. Tenemos la posibilidad, con nuestros actos, de abrir los ojos de millones ante una realidad que es innegable: las y los latinos, somos gran parte de lo que YA hace grande a América.
This post was written by HBO Point Scholar Daniel Berezowsky
Daniel Berezowsky is currently studying International Affairs at the Columbia University School of International & Public Affairs. Daniel is a filmmaker, has co-written and directed short films and documentaries, and after graduating, he wishes to become an active leader in his community. Read more about Daniel here.